::::ÁRABES El caballo Árabe es la raza pura más antigua del mundo. Las primeras alusiones de la raza datan del siglo 16 AC (antes de Cristo) en grabados, escritos, monumentos, etc. Por su pureza genética es considerada la madre de todas la razas, dado que transmite en su descendencia tanto carácter como estética, ayudando a estilizar y mejorar las razas occidentales. De este modo ha desempeñado un papel trascendente en la evolución de casi todas las razas, destacándose en la creación del Pura Sangre Inglés, también llamado Pura Sangre de Carrera. Su casta se origina como caballo salvaje en el norte de Siria, Sur de Turquía y posiblemente en la región Piamontés y más hacia el Este. Sirvió como caballo de guerra entre los Faraones egipcios, hititas, asirios, babilonios y persas. Los Árabes se transformaron en los caballos preferidos, por estar dotados de una gran resistencia y una fuerte constitución, las que eran y son necesarias debido a las grandes distancias y los arduos climas a los que se los somete. El Árabe fue introducido en Europa durante las invasiones de los moros, en el Mediterráneo Occidental. A partir del Renacimiento y durante las batallas napoleónicas, la superioridad de los caballos Árabes que utilizaban los turcos era innegable, por lo que la demanda por estos equinos en Europa comenzó a crecer. En la actualidad el Árabe se cría en prácticamente todo el mundo, mostrando ligeras diferencias de acuerdo a las preferencias locales, al clima y los alimentos. En 1911 se inscribe en el Stud Book Uruguayo un padrillo alazán llamado “Muguet”, quién seria el primer ejemplar Árabe en nuestro país, importado por Don Fernando Fernández de Braga. De 1911 a 1993 los registros genealógicos de la raza Árabe son llevados en el Stud Book Uruguayo y desde 1993 a la fecha por la Asociación Rural del Uruguay. En 1965 se funda la Sociedad de Criadores de Caballos Árabes del Uruguay, quién tuvo como primer presidente al Sr. Alberto Puig Larravide. En 1980, la Sociedad de Criadores es aceptada como miembro de la Organización Mundial del Caballo Árabe. Las características principales de la raza están sujetas a su conformación corporal y su tipo. Son ejemplares de cabeza pequeña y de perfil cóncavo, con cuello largo y arqueado, dorso fuerte y horizontal y porte de cola naturalmente en alto, trote suspendido y su fuerte carisma. Tanto el andar como el porte de cola del caballo Árabe es único. Esto se debe a que mientras los restantes caballos del mundo tienen dieciocho costillas, seis vértebras lumbares y dieciocho en la cola, el Árabe cuenta con diecisiete costillas, cinco vértebras lumbares y dieciséis en la cola. La textura del pelo de la crin y la cola es fina y sedosa, y su talla se ubica entre 1,44 y 1,52 metros. En materia de pelaje, hay tordillo, zaino, alazán y ocasionalmente negro. El Árabe es un animal de gran inteligencia, lealtad y paciencia. Sus movimientos son directos, sueltos y airosos. El caballo Árabe es criado en todo el país, habiendo una mayor distribución hacia el sur del Río Negro. El caballo se destaca por sus variados usos y por lograr la eficacia en todos ellos. Es usado como caballo de silla, de trabajo, deportivo y es una raza de excelencia en el enduro ecuestre. En los establecimientos también se lo utiliza como semental mejorador de manadas generales. |
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